El verano con sus días de calor agobiante, y las vacaciones, nos imponen por lo general una pausa. Al menos eso me pasa a mí. Así que sin proponérmelo entro en una etapa de ocio creativo, no hay prisa pero, conociéndome, tampoco pausa. Es que pareciera que los esos días aletargados se nos van escurriendo...sobre todo a fin de febrero. Luego de esta pequeña reflexión y volviendo a la jardinería, diría que para mí el verano es uno de los mejores momentos para analizar el jardín. Las plantas también están en pausa, ya que el calor excesivo no les gusta, así que luego de la poda del cantero en enero, solo resta esperar a que todo vuelva a brotar y reflorecer.
Así está hoy el cantero y seguramente hacia fines de marzo estará mejor todavía. Hace 20 días otro era el panorama obvio (después de la feroz poda), y aquí comienzan mis reflexiones: Una de las primeras cosas que me enseñó la jardinería (y que al menos practico en la jardinería), es la PACIENCIA. Los jardineros no trabajamos para el inmediato, todo lo contrario, las tareas que hacemos en el jardín (salvo cortar el pasto) suelen verse reflejadas al cabo de varios días, meses o años....! Son muchos los ejemplos que podría aplicar a la paciencia: la germinación de un almácigo, el enraizamiento de un gajo, la brotación después de una poda, el crecimiento de un árbol. Pero la buena noticia para los jardineros es que igualmente siempre hay sorpresas y cosas nuevas para aprender.
Las achiras sufrieron los períodos de sequía este verano, pero ni bien empezó a llover volvieron a florecer. |
Otras de las cosas que me enseñó la jardinería es a tener RESPETO por la naturaleza y sus tiempos. Eso implica amigarme con la situación que me toca en mi jardín, elegir las plantas que funcionan en mi región y aprender su ciclos y cuidados. Por supuesto que en los jardines en donde tenemos acceso al agua para regar y la posibilidad de un suelo fértil, interferimos en la naturaleza ayudando a nuestras plantas a que crezcan mejor. Eso no me parece mal, pero sí aprendí que lo mejor que puede pasarle a las plantas es crecer a su propio ritmo y nosotros acompañarlas con los cuidados (podas, mejora del suelo, etc.) no forzarlas con excesivo riego por ejemplo o fertilizaciones, cuántas plantas he visto morirse porque tienen el riego automático prendido permanentemente sin medir la real necesidad de agua del suelo y de ellas.
La Urginea marítima es una planta bulbos que tiene la peculiaridad de florecer cada dos años. |
Otra de las grandes cosas que aprendí en esta profesión, pero sobre todo teniendo mi jardín, es a OBSERVAR. En la jardinería el mejor maestro es la práctica y a eso deberíamos agregar la observación. Estudiar el comportamiento de las plantas durante todo un año (o más ) nos puede enseñar lo que ningún libro nos podría decir. Esto está también muy relacionado a lo que mencioné antes en relación a conocer y respetar los ritmos de las plantas y la naturaleza.
Al principio pensé que había algún problema por el cual no florecía todos los años, después mi amiga Chola me confirmó que así se comportaba la planta. En el verano pierde todas sus hojas y recién después larga sus varas de flor. Es realmente increíble como en 15 días suben esos brotes y se van abriendo las flores.
La poda de los jazmines de leche es algo que se repite cada año en el mes de febrero, de esta manera se mantiene su forma y quedan listos para brotar antes de la llegada del frío. |
Algo que trato de transmitir, explicar, demostrar permanentemente es que el TRABAJO y la DEDICACIÓN van a hacer que nuestro jardín se vea bien. Podemos contar con ayudantes, como en mi caso que estoy bendecida con la ayuda de José, pero el trabajo tiene que ser permanente y de todo tipo. Desde la observación hasta la ejecución. Lo bueno es que siempre que le dediquemos tiempo al jardín ese trabajo se va a ver reflejado y vamos a poder cosechar los frutos de nuestro esfuerzo (no por nada es el lema en mi blog!) .
Y así entre riego, poda y desmalezado van apareciendo las flores. En este caso los cleomes blancos que hice a partir de unas semillas que me regaló Inés. Ahora los veo florecer y descubro que son más petisos que lo normal (será una variedad especial?), de cualquier manera me ponen contenta.
Y para no perder la costumbre, ya empezamos con los almácigos de huerta: brócoli, lechuga, repollo, puerro y cebollas de verdeo. Mañana irán las semillas de zanahoria en siembra directa, a la huerta.
También sembré algunas lechugas y rúcula directamente en la huerta, por supuesto bajo la media sobra para que no se incendien con el sol!! |
Y para terminar, esta imagen que refleja la principal actividad que transcurre ahora en la huerta y que hago cada fin de semana: pinzar y tutorar los tomates. Las cosechas son generosas y abundantes, pero hay que ayudar manteniendo limpias las plantas y tutorándolas a medida que crecen, así los frutos maduran más contentos al sol.