coronas de novia.... y mucho más!



Corona de novia (Spiraea cantoniensis) en flor

Qué espectaculares están las coronas de novia este año!! Pareciera que ya no entran más flores en sus ramas que se ponen bien péndulas por el mismo peso acentuando su porte espectacular. Estos arbustos nobles y fáciles de cultivar pueden plantarse a pleno sol y a media sombra, florecen desde finales de septiembre durante 20 días aproximadamente, y en el otoño sus hojas se ponen de un lindo color otoñal, si están en zonas donde caen heladas. Pero por suerte no son las únicas, mirá más arbustos de flores blancas....

Detalle de las flores de la corona de novia

Crecen en suelos francos, fértiles y bien drenados. No deben podarse, y si fuera necesario achicar su tamaño o

rejuvenecerlas, la poda debe hacerse siempre después de la floración, hacia fines de octubre. Su crecimiento es mediano y tolera muy bien el trasplante, por lo tanto pueden comprarse buenos ejemplares en terrón durante el iniverno.

 Raphiolepis umbellata

El Raphiolepis umbellata es otro de mis grandes predilectos de la primavera. Este arbusto perenne, crece tanto al sol como a la sombra y en la primavera se llena de florcitas blancas. Hay dos o tres variedades que se comercializan, el R. umbellata (foto) de crecimiento mediano a rápido y muy florífero, el R. indica más petiso y lento de crecimiento, y el R. umbellata de flores rosadas. Todos son muy nobles y muy sanos en general.

Flores de R. umbellata

Raphiolepis indica

Otro de mis grandes predilectos es el Viburnum opulus, que recién ahora está empezando a brotar y dentro de un mes se llenará con sus copos blancos (similares a Hortensias). Además de tener una floración espectacular este arbusto tiñe sus hojas de rojo antes de perderlas en el otoño.

Y si hablamos de arbustos de flor blanca, no puedo dejar de mencionar a la Rosa Iceberg, una de las rosas con mejor capacidad de refloración y de muy lindo porte. Florece desde octubre hasta la caída de la primer helada sin parar.

También, aunque menos popular por sus flores que por su rusticidad, está la olea verde (Ligustrum japonicum texanum), cuyas flores blancas contrastan increíblemente sobre el follaje verde oscuro y perenne. Para dejar que sus flores se luzcan debe podarse (si es que la poda es necesaria) en agosto y luego una vez que terminaron la floración. También pueden podarse en marzo, como otros arbustos perennes.