tutores: cuanto antes mejor.

Tutor de hierro sobre una mata de margaritas alpinas

Ya se siente el calor de la primavera y las plantas crecen a todo vapor. Muchas de ellas, anuales y herbáceas perennes,  deben ser tutoradas para que sus tallos no se doblen con el peso de sus flores. También las trepadoras que empiezan a brotar con vigor deben ser guiadas sobre paredes, pérgolas, alambrados o con alguna clase de tutor. 

Las mismas margaritas en un tutor de hierro simple, en plena floración.

Lo más importante es poner los tutores a tiempo antes de que las plantas se estiren o florezcan, de manera que vayan creciendo dentro del tutor y éste quede disimulado. Si nos dejamos estar y florecen, seguramente en la primer lluvia o tormenta se caerán y doblarán, entonces ya será muy difícil que queden bien cuando se levanten.

Estos tutores de hierro son hechos con malla de construcción. Sostienen una variedad de dahlias alta ubicadas en la parte de atrás del cantero. En el invierno cuando están desaparecidas, sirven para marcar su lugar.

Fabricados con cañas y tanza estos tutores son económicos y dan muy buen resultado. Las varas de las espuelas crecen entre el entramado irregular y enseguida lo tapan.

Con varillas de mimbre que compro en Tigre, armo diferentes tipos de tutores. Rápidamente armé este sostén para las arvejas. Previamente debe ponerse en remojo una hora al menos para que se ablande y pueda manipularse.

Con las mismas varillas y cañas hicimos estos tutores más altos para las arvejillas, que ya están brotando fervorosamente.