Limpieza de otoño, más vale tarde que nunca!

Al menos una vez al año los canteros necesitan una puesta a punto. En casa lo hacemos durante el mes de mayo, considerando que los fríos llegan cada vez más tarde, y para poder aprovechar hasta último momento su aspecto otoñal. El hecho es que hay que hacer orden, ahora o en agosto (en Buenos Aires), y este orden consiste en volver cada planta a su lugar, la que invadió mucho el espacio de la vecina, la que se puso fea y debe ser reemplazada, la que necesita ser dividida o simplemente podada.

En mi jardín la limpieza la hacemos en este mes, ya que es necesario que haya luz y lugar para que germinen y se desarrollen las anuales como las espuelas de caballero y las escabiosas púrpuras. También aprovecho para llevar a cabo las modificaciones planificadas durante el verano y agregar una buena capa de compost para incorporar materia orgánica y dejarlo listo para la primavera.

Cantero despúes de la limpieza y división.               

Si bien la apariencia una vez terminado el trabajo no es la mejor, a los pocos dias comienzan a germinar la nuevas plantitas de anuales o de perennes como las salvias y las verbenas, agradecidas con el nuevo espacio otorgado. Es por eso que el suelo solamente se remueve esta única vez y cuidando de no dañar las plántulas que ya hubieren germinado, que en algunos casos deberán ser reubicadas en distintos sectores del cantero. En el caso de trasplantes y divisiones  es aconsejable regar con algún enraizador para favorecer el desarrollo de las nuevas plantitas.

El cantero principal, antes de la poda y limpieza.