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lunes, 21 de abril de 2014

Acodo aéreo

Acodo enraizado y enmacetado de Magnolia 'Loebneri Merril'




























Una de las técnicas que me llamaron la atención en la facultad (y que por supuesto fui inmediatamente a poner en práctica en el jardín de mi madre) fue la realización de acodos aéreos como método para multiplicar plantas difíciles.
El acodo consiste en hacer enraizar un tallo manteniendo una parte del mismo unida a la planta madre, lo cual le garantiza mejores posibilidades para enraizar que los gajos o esquejes que están cortados por completo y que son más vulnerables a secarse o fallar por alguna causa.
Existen dos tipos de acodo: el subterráneo, que se produce en plantas con ramas blandas que pueden apoyarse en el suelo y que en muchos casos ocurre naturalmente (como por ejemplo las hiedras, las vincas y muchos cubresuelos y trepadoras). El simple contacto del tallo con un medio húmedo favorece la formación de raíces. El acodo aéreo se realiza cuando las plantas tienen ramas más rígidas y que no pueden doblarse para apoyarse en el suelo.