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miércoles, 31 de julio de 2013

sábado, 27 de julio de 2013

coníferas perennes


Cipreses y juniperus se combinan con robles y otras especies caducas para constituir este rico paisaje otoñal.
Las coníferas (tan poco valoradas en la primavera y verano), constituyen una parte importante del paisaje otoño-invernal en el jardín. En la facultad nos enseñaban que en un parque o jardín debería haber un 60 % de plantas perennes y un 40 % de plantas caducas y si bien en aquél momento lo aprendí de memoria nomás, hoy en día entiendo un poco mejor el porqué.
Los árboles perennes no sólo hacen de soporte o sostén cuando el jardín está desnudo sino que además son una compañía ideal para las plantas que adquieren tonalidades atractivas en el otoño. Entonces vemos de la misma manera que en una pintura cómo un color o forma se potencia más en compañía de otro.

Los usos de las coníferas son variados, muchas veces se plantan como barreras visuales, sonoras o de viento. En esta foto se ve como los Cupressocyparis leylandii  (ciprés leylandi)forman una densa barrera verde oscura que a la vez sirve de fondo de las coloridas Pyracantha coccinea 'Van Hedenii' (crategus) cargadas de frutos.

Este es otro claro ejemplo de como el verde oscuro de los cipreses leylandi forman el fondo perfecto para este Quercus palustris (roble de los pantanos) otoñal. 

El Cupressus pendulatum se caracteriza por tener ramas largas y péndulas.
El grupo de las coníferas es enorme y dentro de ella hay infinidad de familias, subgrupos, géneros y especies, cada una con sus características y requerimientos determinados. De esta manera hay algunas que  se desarrollan bien en climas fríos solamente, otras resisten el calor pero prefieren los suelos arenosos y un grupo grande puede crecer en diversas condiciones como ser suelo arcilloso y clima cálido y húmedo. Los cipreses son de las especies que tal vez mejor se desarrollan en casi todos los climas y suelos, pero los anegados no les gustan para nada. 

Cupressus naitiana?
Así como en varios tipos de plantas, las coníferas tienen ciertas especies que funcionan mejor agrupadas y otras que por sus características, quieren ser protagonistas, por lo tanto conviene plantarlas aisladas o en grupos pequeños, para que se destaquen. Con respecto a la foto de la conífera que está arriba de este texto debo decir que durante mucho tiempo la llamé Cupressus naitiana, pero buscando ahora información para corroborar su nombre no puedo afirmarlo con certeza. 

Ciprés piramidal armando una composición con un juniperus rastrero y los jazmines amarillos en el cerco. 
El ciprés piramidal (Cupressus sempervirens f. stricta) que durante mucho tiempo se lo asoció a los cementerios, hoy vuelve a ser valorado en los jardines de estilo mediterráneo o provenzal. La nota vertical que aportan en el jardín es muy interesante sobre todo cuando se combina con otras formas enriqueciendo la composición.

Cipreses piramidales combinados con laureles de flor. 
Juniperus pfitzeriana 
Hoy en día en que la superficie de los jardines es cada vez menor, los juniperus rastreros han ido perdiendo uso y protagonismo. Son muy interesantes combinados con otras coníferas, en superficies onduladas o barrancas y también como fondo de rosales, pero la realidad es que es necesario contar con un terreno grande ya que el diámetro crece considerablemente y es difícil mantenerlo chico sin estropear su forma. 







Los pinos (Pinus spp) crecen en suelos sueltos, arenosos, rocosos o bien drenados. Hay algunas especies como el P. elliottii que tolera diversos tipos de suelos y es muy usado para forestación. Crecen rápidamente y su característica es que la copa no se muy densa.

El pino insigne o radiata (Pinus insignis)  también se da bien en diversos suelos, es mucho más compacto que el P. elliottii y su follaje más denso.



Hace un par de años viajé a Tandil en otoño y me encontré con estos maravillosos pinos piñoneros (Pinus pinea) (en la foto en medio de unos álamos plateados), quedé maravillada por su porte y su corteza. Son pinos que crecen mejor en suelos arenosos o bien drenantes, tiene copa aparasolada y alcanzan un gran porte. 
Acá se ve el detalle de la corteza de y de la piña, realmente una obra de arte. 

Avenida de casuarinas
A las casuarinas (Casuarina cunninghamiana) suele asociárselas con las coníferas cuando en realidad pertenecen al grupo de las dicotiledóneas y a la familia de las Casuarináceas.  Son árboles nativos de Australia muy resistentes a todo tipo de suelo, anegado, seco, rocoso. Suelen plantarse formar barreras de viento. No son recomendables para jardines chicos ya que sus raíces avanzan por todos lados buscando agua permanentemente. 





























Las araucarias son coníferas, algunas nativas de Australia otras de Argentina y Chile. La Araucaria bidwillii (foto) tiene hojas punzantes color verde brillante, alcanzan con los años un gran porte, crecen muy en todo tipo de suelos y se propagan por semillas.

lunes, 15 de julio de 2013

después de la lluvia....


Y después de una semana de lluvia, nada como salir al jardín y ver qué sorpresas nos depara ese gran universo.  Con alegría descubro las primeras violetas en flor, que salen como siempre entre los narcisos.

Las espuelas de caballero, que ya pertenecen al elenco estable, aparecen por todos lados.

En los canteros que limpiamos tarde recién ahora germinan, parece que las lluvia les hubiese dado un impulso....!
Las amapolas también asoman con fuerza.

Y las echinaceas...que feliz me pone verlas resembrarse solas!! 

También encontré algunas sorpresas no tan buenas como los grillos, aunque no es muy común verlos en esta época, las lluvias y este clima particular hicieron que aparezcan por todos lados en el pasto. Así que antes de que José y los chicos pasen las cuevas por arriba y les pierda el rastro, cargué la regadera con un poco de detergente y CLORPIRIFÓS, y regué cueva por cueva para asegurarme su desaparición.

Volviendo a las cosas lindas...las habas este año prosperan con buena salud. Aprovechando la buena racha, sembré una segunda tanda....




























....que ya esta germinando.  Es importante en la siembra de habas, arvejas y chauchas, enterrar bastante las semillas (3-5 cm) ya que cuando comienzan a germinar suben hacia la superficie y quedan las semillas afuera.

Y aquí vienen las segundas arvejas, también a todo ritmo. La primer tanda ya empieza a necesitar tutores.

En la huerta de adentro los cajones de a poco se van llenando. Si bien el invierno no es el mejor  momento para sembrar, colocando túneles de polietileno pueden lograrse buenas resultados, eso sí, cuando hay mucho sol conviene levantarlo para que se ventile un poco y no haya excesiva humedad. Acá están germinando las espinacas y unas lechugas, en el medio hay unos plantines de acelga trasplantada y hacia la izquierda más hojas en plena brotación.   
El otoño, el invierno y la primavera son las temporadas ideales para la rúcula, así que para poder cosechar permanentemente divido el cantero en pequeños sectores y voy sembrando de a tandas de manera escalonada, para tener siempre rúcula joven y tierna. 
El mache (Valerianella olitoria) es una verdura de hoja de un sabor especial que se cultiva en otoño e invierno. Es la primera vez que la siembro, gracias a Teresa! (mi hermana) que me regaló unas semillas.  
En el cantero de aromáticas el perejil que parecía que no iba a germinar creo que también se animó gracias a la lluvia. 
Y para despedirme no puedo dejar de compartir  la Magnolia 'Loebneri Merril', un clásico que ya abre algunas flores.  

jueves, 4 de julio de 2013

taller de rosas, poda y gajos (otro intento más...)




En el mes de Julio, hicimos los talleres de rosas durante los cuales vimos todo lo referente a las rosas y sus cuidados. Una parte importante de la jornada fue la práctica, pudiendo ver in situ los diferentes tipos de poda que se realizan en las plantas de acuerdo al tipo y grupo al que pertenecen.  Esto fue el puntapié inicial para largarnos (José y yo) ya a toda máquina a la poda del todo el rosedal, que espero concluir el 9 de julio.