para una cosecha temprana

Y así van pasando los días de invierno (este año bastante frío), pero con la llegada de agosto y los días de a poco más largos, hay que empezar a pensar en las siembras de primavera  si queremos tener cosechas antes de fin de año. Por supuesto que no todos los cultivos pueden empezarse tan temprano, pero en el caso del tomate que es una planta de germinación fácil y que tarda al menos tres meses desde sembrado en empezar a fructificar, creo que bien vale la pena el esfuerzo. Debo confesar que es la primera vez que empiezo en esta fecha, otros años he tenido que comprar plantines para adelantarme un poco y luego sembrar los míos. Pero este año gracias a la nueva súper mesada, pude armar un mini invernadero para darles el calor extra tan necesario para la germinación y protegerlos de las eventuales heladas.  

El tomate es un cultivo de clima cálido que fructifica durante varios meses. En Buenos Aires y hacia el norte del país pueden hacerse dos tandas de siembra (una en agosto y otra en noviembre) para tener una cosecha permanente desde principio de diciembre hasta mayo. La ubicación de las plantas definitiva se hará una vez pasado el peligro de las heladas (hasta ese momento deberán permanecer bajo cubierta de vidrio o plástico) en un lugar a pleno sol y en suelo fértil.   

Para el inicio uso siempre sustratos especiales en base a turba y perlita que garanticen sanidad y la no presencia de semillas de malezas. Luego de llenar las bandejas de plugs empapamos el sustrato que debe hidratarse bien para así retener mejor la humedad por unos días. Este paso conviene hacerlo antes de colocar las semillas para no correr peligro de que se vayan flotando.       

Para la primera siembra elegí:  una variedad de tomate tipo platense, una de tomates cherry (que ya probé otro año y fue muy buena), una de tomate en racimo, y una de tomate perita. También sumé unos pimientos que son igualmente lentos en comenzar a producir.  

Lo hice el domingo aprovechando la luna que estaba en cuarto creciente. Veremos cómo son los resultados, todavía queda un largo camino. 

Después de colocar dos a tres semillas por cada plug, cubro con una capita de sustrato. A medida que voy sembrando, marco cada sector con su cartelito correspondiente.  Por ahora no los voy a regar por unos días, con el primer riego y el plástico que conserva la humedad es suficiente.  

Así quedaron protegidos de lluvia, viento y frío. Ahora sólo necesitamos unos días de sol para que el plástico les genere un poco de calor y las semillas se animen a germinar.