esta primavera: frutos rojos

Frutillas, frambuesas y zarzamoras recién cosechadas.

Y como siempre digo.... si plantamos y sembramos, cosechamos. Ya sea una flor, una lechuga o una planta de frambuesas. Y este año tengo el lujo de poder cosechar todas estas delicias..!

Después de vivir varios años en este jardín, planté finalmente algunas plantas de frutillas, de frambuesas y de zarzamoras (ésta última  regalada por Malena, una alumna). Esta plantación la hice el invierno pasado y de muchas de ellas coseché cantidad, especialmente de las frutillas son muy fructíferas desde el primer año.  

Si bien todas son plantas perennes, debemos diferenciar las zarzamoras (en todas sus variedades) de las frutillas, ya que las primeras tienen tallos blandos y llenos de espinas, y son además muy invasoras. Y las frutillas son plantas pequeñas, que si bien producen estolones mediante los cuales se multiplican, nunca llegan a ser tan invasoras.

La cosecha de los frutos puede ser diaria ya que la maduración en  la primavera es muy rápida. 

Si hablamos de las frambuesas y zarzamoras debemos decir que son plantas vigorosas que crecen a pleno sol y suelos muy bien drenados. Producen frutos durante toda la primavera y verano,  y en algunos casos en otoño también. Debe construirse algún tutor ya sea de alambres en postes de madera o algo similar para que puedan trepar y sea más fácil su cosecha. Y que preferentemente se pueda acceder de los dos lados  para poder controlar la invasión de sus raíces y tallos.  

La zarzamora es bien negra, y de acuerdo a las variedades los frutos son más negros y más grandes. 

La frambuesa (en este caso 'Heritage'), tiene frutos más blandos y color más rosado, no brillan, pero son exquisitas! Producen bastante en la primavera y en el otoño vuelven a producir. 

Idealmente no deben mezclarse las variedades ya que siempre hay una más fuerte que otra y se termina "comiendo" a la más débil.

Las frutillas también necesitan suelos bien drenados, pero además fértiles. La mayor producción es en la primavera, pero de acuerdo a las variedades y al clima, puede haber algunas que den una cosecha un poco más prolongada.  

Plantación a principio de agosto del 2010

En casa las plantamos el año pasado (en el mes de agosto) por primera vez y fueron un éxito. Después de producir una montón,  empezaron a crecer dando cantidad de plantines nuevos en sus largos estolones. 

Cantero dividido y vuelto a plantar  en mayo de este año (2011)

Entonces este otoño levantamos todo el cantero y las  dividimos para tener plantas más jóvenes, sanas y productivas (además con tanto follaje ya no se podía ni encontrar la fruta!!)

Entre los problemas que pueden tener las frutillas, uno de ellos (y casi el más temible) son los pájaros.  Atacan sin piedad la fruta en su punto justo. Como este año armamos otro cantero más y no tenía otra protección de hiero y alambre, tuve que improvisar este sistema muy económico, clavando las varillas de los mimbres que me sobraron y entrelazando con tanza finita e hilo de coser, armando un tendido de hilos que los ahuyenta y permite hacer la cosecha diaria sin problema. Al enredarse con los hilos, los pájaros se asustan y no vuelven.    

Y aunque hacen mucho lío en algunos sectores de la huerta, las gatas son grandes aliadas en el control de los pájaros. Es divertido verlas agazapadas esperando la venida de alguno que probablemente caerá en sus garras. 

En cuanto a las pestes, uno de los principales problemas suele ser la botritis o podredumbre de la fruta, que aparece en tiempo húmedo y caluroso. Obviamente que en casa tratamos de evitar los productos químicos en la huerta y sobretodo en tiempo de cosecha en que no aplicamos ningún producto tóxico. Ahora estoy probando con un nuevo producto fungicida totalmente orgánico que se llama SERENADE y cuyo componente es la bacteria Bacillus subtilis.