aires de cambio

Este sábado a la mañana lo dediqué a ayudar a mi querida ahijada y sobrina Piti a arreglar un poco el pequeño jardín de su casa alquilada. Alentados por el sol de una mañana muy fría, partimos de casa con la camioneta de Federico cargada de panes de pasto, compost y todos los plantines que encontré a mano. Allí nos esperaba Teresa con los brazos abiertos, unas ricas facturas y muchas ganas de colaborar.

Ni bien llegamos nos pusimos manos a la obra, Ramón (pieza clave) trabajó duro en lo que sería el futuro cantero, sacando el de pasto y tierra que Piti aprovechó para nivelar la salida de la terraza. Como los recursos eran escasos, todo venía bien a la hora de rellenar, además luego los taparíamos con los panes de pasto.  

Federico también colaboró punteando la tierra sin tregua. Encontramos algunos cascotes y guijarros, pero como teníamos poca tierra los dejamos contando con que mejorarían el drenaje del cantero. 

Para marcar el borde usamos una viga de hierro que encontramos en el jardín (quedó buenísima) y después de ponerle una capita de compost, me dediqué a distribuir las plantas en el cantero. 

Una vez que todo quedó acomodado... a plantar se ha dicho.Y como le dije a Piti, ahora solo resta esperar que se produzca el milagro, y para eso por suerte va a faltar muy poco ya que la primavera empieza a sentirse en el aire, sobre todo cuando sale el sol! 

Acá van algunas de las flores que plantamos y que espero que sorprendan a mi querida ahijada en la primavera.....

Espuelas de caballero 

Dietes vegeta

Scabiosas multicolores